En solidaridad con los compañeros del periódico El Macarenazo publicamos este texto que se encuentra en su nuevo blog, pues parece que están siendo acallados por las fuerzas oscuras del estado.
Compañeros no paren su debate, la palabra y la inteligencia nos llevará al derrocamiento del estado represivo y corrupto.
Ayer en la tarde, como se tenía programado (aunque con muy poca difusión), algunos estudiantes de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, sede Macarena A, sacaron su puesto a la carrera tercera, para hacer una toma pacífica de la vía, y realizar el llamado “Pupitrazo”. Fue hacía las 2 p.m. cuando estos estudiantes, debido al creciente silencio del Consejo Superior Universitario (CSU) respecto a la demanda para aumentar el presupuesto, decidieron tomarse la vía, armados de ideas, documentos sobre los rubros de la universidad, y su maleta. Es de tener en cuenta que la universidad solamente tiene recursos suficientes para funcionar “plenamente” un semestre, es decir que el próximo está en ascuas… y, al ser notificados de la rebaja presupuestal, la comunidad universitaria ha venido protestando y realizando un sinnúmero de asambleas y marchas, desde hace casi un mes.
Cuando los estudiantes sacaban su pupitre llegaron los delegados de Defensoría del Pueblo y Secretaría de Gobierno… únicos entes estatales que la comunidad universitaria deja infiltrar en la protesta social, ¿por qué ha de ser así? ¿Por qué nos defienden? ¿De qué protegen?, o más bien, ¿en realidad están a disposición del ciudadano estudiante o del régimen paramilitar? Es muy curioso que el delegado defensor tenga comunicación directa con el comandante de policía al mismo tiempo en que se realiza una protesta social, sea donde sea, como ocurrió ayer, pues el Escuadrón de Matones a Distancia (ESMAD) no dejó esperar siquiera la instalación de una mesa de deliberación en la calle, como se pensaba realizar, sino que llegó ligero al lugar.
Llegaron decenas de estos asesinos, vestidos de negro, como los camisas negras de los fascistas, armados de elementos bélicos de gran poder: Gases lacrimógenos, balas de goma, papas – bomba, e incluso, armas de fuego. Llegó un ejército de sicarios, que se posó frente a un puñado de estudiantes que la única arma que tenían, frente a un posible enfrentamiento, era una maleta, o en el mejor de los casos, una cámara fotográfica. En realidad fueron bastantes, en comparación con el ínfimo grupo que estaba sobre la carrera tercera, entrada de la Macarena A.; y no llegaron solos, con ellos venían tres tanquetas, ¡Ah, bueno!, y sin contar con los dos infiltrados que ya se nombraron…
A menos de una semana de conmemorarse el asesinato de Oscar Salas, estudiante de la Distrital muerto por una bala proveniente del ESMAD, el 8 de marzo del año pasado, estos asesinos quisieron derramar sangre ayer: La provocación vino de las manos del uniformado identificado con número 02072, que lanzó una papa a la humanidad de los que se encontraban reunidos sobre la avenida, son su pupitre en mano. Fue un ataque sorpresivo, a pesar de que minutos antes ya se le había visto apeándose, a un lado de los uniformados, de las armas necesarias para cometer otro delito, otro asesinato, otra víctima del sistema paraco-institucional… Tanta sangre se vio en sus ojos que no disimuló la provocación, y, por el contrario, hasta tomar impulso alcanzó.
¡Cuidado! Los policías arremetieron con todo después, no fueron los estudiantes quienes bloquearon la vía, sino este cuerpo antimotines, pues mientras un selecto grupo tuvo que resguardarse de los gases dentro de la universidad, ellos aprovechaban el menor movimiento para disparar a quemarropa sus gases lascivos, pero querían tirar más, querían justificar un asesinato… Afortunadamente (¿o desafortunadamente?), ningún estudiante siquiera reaccionó para coger una piedra, nadie estaba armado, fueron ellos los malhechores; ellos, que no contentos con lo que habían propiciado, quisieron entrar en determinado momento con la tanqueta por la reja principal, pero al encontrar un grupo pacífico que a lo mucho reaccionó arrojando un par de piedras (frente a un ataque frontal, ¿se debe uno quedar quieto?), solamente siguió lanzando gases, pero siempre mantuvieron el dedo en el gatillo.
Después de lo ocurrido, un grupo pacífico de personas, reunidas al interior del campus público, indignada y consternada, no podía creer que una manifestación popular no violenta fuera acallada de esa forma tan canalla, inhumana, cerda. Frente a las no más de dos piedras arrojadas a la calle, cuando los homicidas, apostados con sus disfraces de “Robocop”, querían dejar pasar de nuevo el tránsito, el delegado de la Secretaría de Gobierno, muy “consternado” por lo que había pasado, recriminó a las personas que habían tirado las piedras a la vía, sin saber siquiera quiénes eran. Dijo: “Muchachos, para la marcha de este jueves habíamos logrado que no hubieran policías, con esto ya van a estar en corredor a lado y lado de la marcha”. ¿Cómo así, tratando de justificar lo que se sabe iban a hacer de todos modos? Este delegado, al igual que el de la Defensoría, está ganando muy buena plata con el Sistema de Alertas Tempranas, es decir, vendiendo su lengua al sistema opresor…
¡Ojo! Quedan avisados, mañana jueves se realizará una marcha de toda la universidad con rumbo a la Alcaldía. ¡Ojo! Están avisados, los asesinos buscan sangre, y no se van a detener hasta conseguir por lo menos una víctima, lo único que necesitan es una justificación, la protesta debe ser pacífica pero no benevolente frente a los ataques directos. ¡Ojo! La próxima semana los asesinos quieren brindar a cambio de una vida… Hace un año, aprovecharon la celebración del día de la mujer, y la protesta contra el TLC, en la Universidad Nacional, ahora buscan hacer lo mismo, cuando los estudiantes exigen más presupuesto para una mejor educación. Lo que sucedió ayer es apenas la primera demostración de que no nos quedaremos quietos.
Cuando los estudiantes sacaban su pupitre llegaron los delegados de Defensoría del Pueblo y Secretaría de Gobierno… únicos entes estatales que la comunidad universitaria deja infiltrar en la protesta social, ¿por qué ha de ser así? ¿Por qué nos defienden? ¿De qué protegen?, o más bien, ¿en realidad están a disposición del ciudadano estudiante o del régimen paramilitar? Es muy curioso que el delegado defensor tenga comunicación directa con el comandante de policía al mismo tiempo en que se realiza una protesta social, sea donde sea, como ocurrió ayer, pues el Escuadrón de Matones a Distancia (ESMAD) no dejó esperar siquiera la instalación de una mesa de deliberación en la calle, como se pensaba realizar, sino que llegó ligero al lugar.
Llegaron decenas de estos asesinos, vestidos de negro, como los camisas negras de los fascistas, armados de elementos bélicos de gran poder: Gases lacrimógenos, balas de goma, papas – bomba, e incluso, armas de fuego. Llegó un ejército de sicarios, que se posó frente a un puñado de estudiantes que la única arma que tenían, frente a un posible enfrentamiento, era una maleta, o en el mejor de los casos, una cámara fotográfica. En realidad fueron bastantes, en comparación con el ínfimo grupo que estaba sobre la carrera tercera, entrada de la Macarena A.; y no llegaron solos, con ellos venían tres tanquetas, ¡Ah, bueno!, y sin contar con los dos infiltrados que ya se nombraron…
A menos de una semana de conmemorarse el asesinato de Oscar Salas, estudiante de la Distrital muerto por una bala proveniente del ESMAD, el 8 de marzo del año pasado, estos asesinos quisieron derramar sangre ayer: La provocación vino de las manos del uniformado identificado con número 02072, que lanzó una papa a la humanidad de los que se encontraban reunidos sobre la avenida, son su pupitre en mano. Fue un ataque sorpresivo, a pesar de que minutos antes ya se le había visto apeándose, a un lado de los uniformados, de las armas necesarias para cometer otro delito, otro asesinato, otra víctima del sistema paraco-institucional… Tanta sangre se vio en sus ojos que no disimuló la provocación, y, por el contrario, hasta tomar impulso alcanzó.
¡Cuidado! Los policías arremetieron con todo después, no fueron los estudiantes quienes bloquearon la vía, sino este cuerpo antimotines, pues mientras un selecto grupo tuvo que resguardarse de los gases dentro de la universidad, ellos aprovechaban el menor movimiento para disparar a quemarropa sus gases lascivos, pero querían tirar más, querían justificar un asesinato… Afortunadamente (¿o desafortunadamente?), ningún estudiante siquiera reaccionó para coger una piedra, nadie estaba armado, fueron ellos los malhechores; ellos, que no contentos con lo que habían propiciado, quisieron entrar en determinado momento con la tanqueta por la reja principal, pero al encontrar un grupo pacífico que a lo mucho reaccionó arrojando un par de piedras (frente a un ataque frontal, ¿se debe uno quedar quieto?), solamente siguió lanzando gases, pero siempre mantuvieron el dedo en el gatillo.
Después de lo ocurrido, un grupo pacífico de personas, reunidas al interior del campus público, indignada y consternada, no podía creer que una manifestación popular no violenta fuera acallada de esa forma tan canalla, inhumana, cerda. Frente a las no más de dos piedras arrojadas a la calle, cuando los homicidas, apostados con sus disfraces de “Robocop”, querían dejar pasar de nuevo el tránsito, el delegado de la Secretaría de Gobierno, muy “consternado” por lo que había pasado, recriminó a las personas que habían tirado las piedras a la vía, sin saber siquiera quiénes eran. Dijo: “Muchachos, para la marcha de este jueves habíamos logrado que no hubieran policías, con esto ya van a estar en corredor a lado y lado de la marcha”. ¿Cómo así, tratando de justificar lo que se sabe iban a hacer de todos modos? Este delegado, al igual que el de la Defensoría, está ganando muy buena plata con el Sistema de Alertas Tempranas, es decir, vendiendo su lengua al sistema opresor…
¡Ojo! Quedan avisados, mañana jueves se realizará una marcha de toda la universidad con rumbo a la Alcaldía. ¡Ojo! Están avisados, los asesinos buscan sangre, y no se van a detener hasta conseguir por lo menos una víctima, lo único que necesitan es una justificación, la protesta debe ser pacífica pero no benevolente frente a los ataques directos. ¡Ojo! La próxima semana los asesinos quieren brindar a cambio de una vida… Hace un año, aprovecharon la celebración del día de la mujer, y la protesta contra el TLC, en la Universidad Nacional, ahora buscan hacer lo mismo, cuando los estudiantes exigen más presupuesto para una mejor educación. Lo que sucedió ayer es apenas la primera demostración de que no nos quedaremos quietos.
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