Suscribirte a anakaonaprensalibre |
Consultar este grupo |
jueves, 22 de febrero de 2007
Araujo, cortina de humo.
Por: HORACIO DUQUE. Araujo, apellido siniestro de la costa caribe colombiana, criminal, asesino, chambacu, secuestrador, extorsionador, corruptor, cinico, descarado, se ha convertido en la enesima cortina de humo del caudillo paramilitar de la Casa de Nariño, para desviar la atención, para encubrir, distraer, engañar y desinformar al pueblo y la opinión pública en general del bochornoso e inacabado escándalo de la narcoparapolítica y su régimen mafioso. Araujo reemplaza a Araujo. Chambacú sustituye la peste asesina perfumada y de encanto. En la recta final de la dramática agonía protagonizada por el bocadito vallenato, su uso distractor alcanzó el paroxismo y el climax suficiente para tapar la avalancha narcoparapolítica que llevó hasta la cárcel a lo más fino del uribismo. A Pimiento y Araujo -con su torva y ordinaria mueca de falso Rambo-, a Vives y Escobar, a Caballero fugitivo, ya sin su tono amenazante y pistolero de la plenaria de la Cámara. El otro Araujo, el del saqueo a Chambacú, improvisado como héroe de papel, da continuidad al arreglo mediatico para impedir que se descubra la verdad. Toda la verdad del arreglo del régimen mafioso y narcoparamilitar, que es igual a la "apoteosis" de la degeneración política lumperburguesa. Me refiero al tandem AUV-José Obdulio, trepados en la estrafalaria bicicleta del poder para dos personas, con dos sillines colocados uno detrás del otro, pero confundidos en la maldad del fascismo. Araujo, cortina de humo. Vulgar cortina de humo de la narcoparapolítica.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario